sábado, 5 de diciembre de 2009

EN TU CASA O EN LA MÍA


Una vez más no dejo de sorprenderme de las reacciones de los seres humanos. A principios del siglo XXI, en esta época de modernidad la gente se sigue casando. Y me pregunto yo ¿para qué? ¿Para divorciarse después? ¿o para sentirse reyes y reinas por un día?

             No cabe duda de que una boda es un gran acontecimiento, tanto para los que lo celebran porque conlleva un montón de preparativos y es una manera de hacer público y oficial un compromiso con la otra persona contrayente, como para los invitados que también tienen que saber estar y actuar a la altura de las circunstancias.
            Personalmente me inclino por otra opción mucho más divertida: En tu casa o en la mía.
            No hay nada como ser novios eternamente. Se evitan todos los problemas de la convivencia:… que si no friegas los platos… que si no bajas la basura… que si quiero ver el partido y tu la novela……Además viviendo cada uno en su casa ella siempre estará arreglada al detalle y él se esforzará al máximo por ser el eterno caballero. Si te apetece estar con él pues te vas a pasar el fin de semana a su casa o el viene a la tuya; que no tienes el humor en su mejor momento pues te retiras discreta y diplomáticamente a tus dominios y quedas tan rebién. Claro que esta fórmula sólo es válida hasta que llegan los niños. Cuando aparecen esos pequeños seres en nuestras vidas todo el universo se pone patas arriba. Ya hablaremos de ellos en otro momento. Sigamos disfrutando de lo bonito que es el amor. No me cabe la menor duda de que el amor se vive más intensamente cuando vivimos preparando la cita perfecta, con la convivencia los detalles se van perdiendo y como la confianza da asco, el amor se convierte en otra cosa, en otro sentimiento que termina en no parecerse en nada al que empezamos a vivir.


            Cuántas parejas hubieran terminado juntas viendo llegar y compartiendo sus últimos días en el asilo si los problemillas, tontos a fin de cuentas, de la convivencia no se les hubieran cruzado en sus caminos. Y es que debe ser muy triste después de muchos años de esfuerzo y paciencia para con el otro tener que separarse por no llevarse bien.