domingo, 10 de octubre de 2010

EL OTOÑO ATACA DE NUEVO

El otoño representa para todos la vuelta al cole y a la rutina , y en este mundo nuestro, cada vez más de adultos jóvenes y tiposos, el otoño significa el regreso al gimnasio. ¿Porqué vamos? Por una cuestión de salud, pero no física sino mental. La culpa se la vamos a echar al síndrome postvacacional porque vayamos donde vayamos de vacaciones siempre te encuentras a alguien que te toca la moral. Y es que aunque, nos parezca mentira, somos muchos los que lucimos tripita, esa a los que muchos llaman cervecera.
Basta con llegar al pueblo a visitar a nuestros seres queridos, menos mal que nos quieren, porque lo primero que nos dicen es ¿Cómo estás? Parece que te va bien porque estás más…más…fuertecita. ¿fuertecita? No, lo que de verdad te quieren decir es : vaya vidorra te pegas si vienes con cinco kilos de más.
Y si vas a la playa, ya es para reventarle el subidón de egocentrismo al más pintado, porque en bikini o bañador no hay donde esconder ese cuerpo natillas que la naturaleza te ha regalado. Así los primeros días de playa te los pasas contemplando a los más atrevidos que pasean su palmito a la orilla de la playa y comentando: Mira que tripa tiene ese,  mira que bañador más feo, mira que mal le sienta el pareo, vaya color más deslucido tiene aquel, se le nota que acaba de llegar, y un sin fin de variedades más. Todo para disculpar nuestra figura.
Pero la realidad es que no estamos preparados para encontrarnos frente a frente con nosotros mismos. En vez de ir al psicólogo y que nos tomen por locos, nos apuntamos al gimnasio, por razones de salud les decimos a los demás, pero en un rinconcito de nuestra mente sabemos que lo hacemos con la esperanza de que cuando llegue el verano nos reconozcamos un poco mejor y no nos de tanta vergüenza mostrarnos como somos. Si no logramos alcanzar el prototipo de belleza de moda ya no será culpa de nuestra genética sino del monitor del gimnasio que no supo ponernos la tabla de ejercicio adecuada.

martes, 5 de octubre de 2010

..................EL FINAL DEL VERANO.............


El final del verano llegó …. Y tú partirás….. Esto decía la canción de los años 60 pero afortunadamente en este caso no es así . Nosotros volvemos en una nueva temporada, desde Tierra de Cabras celebramos encontrarnos de nuevo con vosotros, como cuando de pequeños volvíamos al cole y nos encontrábamos con nuestro amigos. Empezamos una nueva temporada llena de aventuras que contar. Por aquí, como en todas partes, el protagonista del verano han sido el calor, los vuelos retrasados y las vacaciones de bajo coste, aderezado de las visitas de familiares y algún que otro amigo imprevisto  que se ha dejado caer por casa. He echado en falta las reformas caseras, los robos de los pisos y los abandonos de perros y abuelos en las gasolineras, de lo cual me alegro.  Por supuesto se han mantenido esos grandes clásicos que son las fiestas de los pueblos con sus verbenas para  ver bailar a los abuelos haciéndose los modernos y que los adolescentes aprovechan para liberarse de los horarios estrictos de algunos padres. A grandes rasgos, parece que este verano ha pasado sin pena ni gloria porque, hasta la canción del verano la ha heredado del pasado mundial de futbol. ¿Hay alguien que no haya bailado el waca-waca?. La campaña de la DGT ha sido suavecita, También nos han faltado el posado de la famosa de turno en bañador y las películas de vaqueros en la sobremesa. El romance del verano  lo hemos heredado del Mundial de Futbol, el color indiscutible del verano fue el rojo, como el de las alertas por los incendios que desgraciadamente también han aparecido por toda la geografía española. Nos han faltado una frase célebre sacada de algún anuncio,
una prenda de moda o un muñequito chorra que regalar a los sobrinos o adornar nuestros bolsos.
Así empezamos a prepararnos para el invierno, con un otoño que parece resistirse a llegar, disfrutando de los últimos días de sol y playa…..porque otras cosas no tendremos,  pero playas  y sol  hasta el infinito y más allá.

domingo, 1 de agosto de 2010

CLÁSICOS DE VERANO.


Como cada año la temporada de verano comienza con el chupinazo que tráfico llama: “operación salida”, y es que además de los coches en dirección a los puntos de playa, empiezan a salir otras cosas en verano. Por ejemplo las aceras se llenan de sillas y mesas, de camareros que nos esquivan con bandejas llenas de cervezas fresquitas y , como no, de otros clásicos del verano, la sangría y el tinto de verano. A nosotros nos aparecen unas lorcillas de chichas a las que solemos llamar flotadores y que lucimos con más o menos gracia. A mi siempre me surge la duda de si esa lorcilla me salio este invierno o ya la tenía y se camufló en los jerseys durante el invierno. Me sirve de excusa para comprarme camisetas nuevas que me la disimulen. Lo que me sienta peor es ponerme el bañador, porque entre el blanco nuclear de mi estupendo cutis y el cuerpo que aparece bajo la ropa ni me reconozco cuando me miro al espejo. Pero volviendo a las terrazas de los bares, no llego a comprender porque la sangría solo se toma en verano o porqué no hay terrazas en invierno con lo bueno que es el frío para la circulación. Y la cervecita con limón, popularmente Sandy, siempre está igual de buena. Otra cosa que aparece en verano son los polos de hielo. ¡Qué buenos ratos nos han hecho pasar de pequeños y no tan pequeños! Junto a ellos aparecen los kioscos de helados y los puestos de sandías y melones y la gente que se sienta al lado de las fuentes y se para cerca de los aspersores de los jardines para disimuladamente, mojarse….. ¿acaso alguna vez no lo habeis echo?. El verano es sin duda la época en la que nos permitimos ser zangolotinos y volver a recuperar las travesuras de la infancia.

Por cierto feliz verano y no olviden hacer travesuras que es lo que de verdad rejuvenece el cuerpo y el alma……..

MI CALLE

         
           Vivo en una ciudad pequeña, pero la más grande de una isla pequeña. Mi calle es una de las principales, en ella hay muchos comercios y los coches bajan por ella . Hasta aquí no tiene nada de especial. Es una calle más de un pueblo cualquiera. Pero  cuando la miras despacio y te paras en su esquina, te das cuenta de que no es un lugar como otro cualquiera. La gente se mira con complicidad. Una complicidad que sólo da el roce diario,  a veces distante pero siempre constante. Ya sabes que el chico de la camiseta, que vive enfrente aparca su coche cerca de la panadería que su madre compra las lechugas a la vuelta que su novia trabaja en la papelería. Poco a poco se van enlazando unos personajes con otros y ves que todo a tu alrededor tiene sentido, sientes un arropo que no puedes sentir en otro sitio porque tu lugar está aquí, en esta cadena de complicidades. Muchas veces deseas vivir en otros lugares, pero es sólo por que al ser humano le gustan las novedades, como se dice por aquí, lo que le gusta al ser humano es novelear para después contárselo a la vecina del quinto c, la que se casó con un comerciante que un día se fue a por tabaco y nunca volvió…………Si fomentáramos más Radio Patio no tendrían tanta audiencia los programas de cotilleo.

Estoy convencida de que en cada calle de cada barrio hay un microcosmos pero dudo que te atrape tanto como el de mi calle, donde algunos vecinos hemos retrocedido en el tiempo y hemos dado un paso más, nos atrevemos a comunicarnos a compartir poco a poco pinceladas de nuestras aburridas vidas…¡ Quien sabe! lo mismo con los calores del verano las tertulias que vamos formando en la puerta de la carnicería las cambiamos a tertulia de la noche, sillas de camping incluidas.  Desde la calle del pez para Radio Patio….. seguiremos informando.


       

Ya no hay hombres tristes en el mundo.

     En primer lugar quiero pedir disculpas porque este texto iba a ser colgado antes del Mundial de Fútbol, pero por problemas técnicos no he podido colgarlo antes........de todas formas espero que os guste.


          Y supongo que también habrá mujeres que  se alegrarán  de que se celebre este fenómeno social: El mundial de futbol ¡Que gran momento! Cuatro años esperando para que los mejores guerreros de cada país se disputan el honor y la gloria. El premio Nobel del balón y las botas. El sentimiento de nación nos une  cada vez que nuestro equipo se enfrenta a otro país, parece que los españoles nos ponemos de acuerdo en dos ocasiones:

para comernos las  uvas de fin de año y  para apoyar a nuestra selección. Este sentimiento nacional donde mejor se vive es en los bares, hay que ver como nos gusta un partido en un bar, claro que dónde mejor para gritar y festejar al unísono todos los goles, las faltas, criticar al pobre señor de negro, que además de no poder tocar el balón, tiene que correr de un lado para otro cargado con un pito y un manojo de tarjetas. Vivimos con mayor fervor estos encuentros deportivos que las resoluciones de la ONU, que por otra parte parecen mucho más aburridas. Otra cosa muy graciosa de los grandes acontecimientos deportivos es que a raíz de cada uno de ellos surge un muñequito al que llaman mascota y que, caramba, son derroche de imaginación, porque cada vez son más feos, a veces no sabes si lo que tienes delante es una mascota o uno de los proyectos de los dibujos de Monstruos S.A. Personalmente no me gusta el futbol, lo siento , lo he intentado, pero me supera, no encuentro la manera de comprenderlo sin embargo he de admitir con cierta envidia que ver como la gente disfruta en compañía y crea un ambiente tan sano para ver los partidos de la selección, es razón más que justificada para que se celebren mundiales cada 4 años.Este año los futboleros y futboleras no podrán quejarse, porque entre la Ligua , la Copa de Europa  , la Copa del Rey  y ahora el mundial, futbol han tenido…….pa aburrir

miércoles, 21 de julio de 2010

........Y MAÑANA SERÁ OTRO DÍA......

Que vayamos sufriendo cambios a lo largo de nuestra existencia es algo inevitable. Padecemos cambios de todo tipo: emocionales, físicos y los no menos importantes, los sociales. Pasamos de estudiantes a trabajadores, de menores de edad a tener derecho de ejercer el voto, de solteros a vivir en pareja , de hijos a padres y por si fuera poco uno que nos descoloca en todos los sentidos DE TRABAJADOR A JUBILADO.
No estamos conformes con nada, toada la vida quejándonos del jefe y cuando por fin llegamos al final de nuestra vida laboral entramos en una crisis existencial: ¿y ahora para qué voy a poner el despertador? ¿y qué hago con las ocho horas de la jornada laboral? ¿y cómo le voy a echar la culpa al jefe, o al pesao del Mariano o al tráfico cuando esté de mal humor? Es más, ya no me tendré que buscar excusas por llegar un pelín tarde a casa. ¿ De qué le voy a hablar a mi Paqui y a los colegas del bar? Nunca me imaginé que el trabajo que tanto odiaba era tan importante en mi vida.
Está claro que en casa no me voy a quedar tengo una lista enorme de tareas pendientes, un montón de cosas por aprender y lo mejor de todo: todo el tiempo del mundo por delante, así que pondré manos a la obra, bueno en sentido figurado, porque eso sí los esfuerzos y las prisas quedan desterrados por siempre jamás. Es más de jubilado nada de nada . Les diré a todos que soy un retirado en reserva, preparándome para lo que pueda venir.
Ya no me queda otra que aprenderme los lugares en los que dan cursillo y actividades e ir apuntándome a lo que suene bien y por supuesto, los domingos paseo y cine con mi Paqui, como cuando éramos novios, los niños que se apañen que ya son grandes y bastantes irritaciones me han dado ya .

Decicado a mi padre, que hoy cumple los 65 y el lunes ya no tiene que volver a trabajar, Espérame que yo tambien llegaré a esa edad y me podrás indicar el camino a seguir.

sábado, 12 de junio de 2010

Misterios de la vida

Esta vez me gustaría pedir ayuda para poder resolver uno de los grandes misterios que nos abordan el la vida. Te levantas descansadito, desayunas bien, buscas tu mejor camiseta y si se tercia hasta aprovechas la ocasión para ir a la peluquería. Así llegas al fotomatón del centro comercial, donde afortunadamente hay una oferta en la que por poco más te dan taitantas copias y con todas estas buenas vibraciones y energía positiva nada podrá salir mal… pero inexplicablemente sale peor. Y como además tienes tantas copias te pasas una buena temporada atormentándote. ¿conocéis a alguien que tenga una foto de carnet bonita?. Por mi trabajo veo muchas a lo largo del día y no falla, aun no he encontrado a alguien que no salga con cara de delincuente en ella, y eso en el mejor de los casos, porque como los documentos tardan en caducar, la foto pocas veces se parece a la realidad.

Otra cosa curiosa es la vergüenza que nos da a todos enseñar el DNI, a todos nos entra de repente una timidez absoluta: ¿uy! Pues no se donde lo he puesto, o… no se preocupe ya le digo yo los datos si me los se memoria… Pero estoy segura de que en el fondo lo que pasa es que nadie se  encuentra a gusto con su foto. Los más optimistas de nuestros seres queridos nos regalan copias de sus fotos de carnet  que  acostumbramos a guardar con cariño para no hacerles un feo. Realmente las guardamos por solidaridad, para que se les acaben antes e intenten hacerse una nueva en la que salgan mejor.

Aquí en mi pueblo no hay ningún fotomatón pero sinceramente no nos hacen falta, ya se encargan los fotógrafos de sacarnos bien feos…….debe de ser algo que aprenden en su oficio, así nosotros vamos una y otra vez y ellos tan contentos de hacer caja. Por cierto que si conocéis a alguien que al menos una vez en la vida haya salido bien en una foto de carnet, por favor transmitidle la enhorabuena y mi más sincera felicitación.

sábado, 22 de mayo de 2010

Fiestas de cumpleaños

.Cada año es un dilema, ¿lo celebro o no lo celebro?. Claro que no vas a dejar de agasajar a tus seres queridos ni lo vas a hacer con cualquier cosa. Si el cumpleaños cae entre semana lo salvamos con café con tarta o pasteles, pero si cae en fin de semana la cosa se complica. Hay quien .las por fiestas temáticas, la fiesta de las flores, la fiesta blanca, o roja o verde, aquí te arriesgas a que los que vienen no lo acepten demasiado bien. Personalmente estas fiestas me gustan más para niños pero para adultos veo más adaptadas a todos los gustos  las barbacoas. Otra variante son las fiestas sorpresas, eso si, tienes que contar con un número de amigos dispuestos a colaborar y que no metan la pata y estropeen la sorpresa.
Además de la tarta y las velas en los cumpleaños encontramos grandes clásicos, coca cola, gusanitos rojos, sándwich de foigrás o mortadela, patatas fritas, vasos de plástico, gorritos, caramelos, kilos, panchitos, tortilla de patata  cortada en cuadraditos y con un montón de palillos pinchados, servilletas de papel y  si es de ,los cumpleaños buenos a gente buscando una silla donde sentarse.
Por fin llega el momento de partir la tarta y escuchar lo mal que cantan tus 
amigos el cumpleaños feliz, porque mira que suena mal esa cancioncilla cuando te la cantan, tu te pones rojo, pero no sabes si por la vergüenza que te da que te vean todos haciendo algo tan absurdo como soplar velas o porque te da más vergüenza aún lo mal que cantan tus amigos.
Ya sólo queda lo mejor abrir los regalos, dar a todos las gracias, mostrándote emocionadísimo y recoger, recoger todo el caos  de papeles y cosas varias que han quedado invadiendo la cocina y el salón de la casa, y por supuesto aprovechar la ocasión para encontrar cosas que creías perdidas y recolocar las nuevas que te han dejado tus amigos, porque después de las Navidades este es otro de esos momentos especiales del año en los que esperamos que nos regalen todas esas cosas que no nos atrevemos a comprarnos.

El día de la madre

Como todas las cosas que merecen la pena en esta vida van evolucionando con nosotros, el día de la madre no podía ser menos. De pequeños le regalamos una cosa de arcilla a la que llamamos cenicero y, que después de un tiempo prudencial, nuestra madre hace que desaparezca en el limbo de las cosas olvidadas. Durante unos pocos años a nuestra madre le regalamos tarjetas y toda suerte de manualidades que nuestros profesores  nos sugieren.
Será en una segunda etapa cuando recurramos a nuestros padres o hermanos mayores para buscar un regalo digno de nuestra madre: un pañuelo, flores, una figurita horrorosa, un bote de colonia. El siguiente  estadio de esta singular transformación pasa por esa fase hippie no materialista que todos tenemos. Es entonces cuando nos empeñamos en hacer algo con nuestra madre, algo por lo que nos sentimos  en deuda, algo que pensamos que a ella le haría ilusión.
Van  pasando los años, las modas cambian, las ideas se agotan, ya hemos regalado música, discos, ropa y ahora llega el momento en que sentimos que nuestra madre pertenece a otra época y tenemos que ayudarle a vivir en la actualidad, le regalamos un teléfono móvil o un ordenador o un super robot de cocina. Aquí es cuando nuestra madre se siente realmente desbordada por sus adorados hijos.
Ella, por su parte, se ve en el compromiso de invitarte junto con el resto de la familia a comer, porque no nos engañemos, el día de la madre es otra de las celebraciones que nos obliga de manera más o menos grata a reunirnos alrededor de una  mesa con los que más queremos, aunque luego nos digamos de todo menos bonito y no nos soportemos.
Desde la isla tranquila levanto mi copa y dedico mi brindis de hoy a todos las madres, a los días  que pasamos en familia y por supuesto a todos los madrileños.

sábado, 24 de abril de 2010

¿CRISIS?¿QUE CRISIS?


Hoy me muestro un poco alarmada. Todo el mundo anda de cabeza con esto de la crisis y yo, sin embargo ni la siento ni la padezco. Cierto es que, en los últimos años, mi poder adquisitivo se ha visto menguado. Yo lo achaco más bien a que los precios suben y los sueldos no. Reconozco también que en los últimos años he alcanzado esos tres objetivos que dicen que todo ser humano debe cumplir: plantar un árbol,(que no tiene porqué ser un pino),tener un hijo y escribir un libro.

El árbol lo planté en la tierrita de mis padres cuando era pequeña. Se trataba de un sauce llorón. Me duró unos cuantos años, ni tan siquiera llegaron a 1diez, pero creció bastante y al final me da que se murió de pena. Hace poco más de tres años tuve una niña. Sinceramente los niños te dan otra felicidad, me alegro mucho de tenerla conmigo pero aún estoy adaptándome a este nuevo cambio de vida. Los niños son un ejercicio de paciencia constante. Y este año por fin, logré el tercer objetivo. Quizás ha sido el más difícil de llevar a cabo. Como no podía ser de otra manera, mi libro se basa en una experiencia personal, podría decirse que es casi bibliográfico. Se titula:

“El pollo, del congelador a tu mesa. Ciento y una maneras de comerlo”. Como no podía ser de otra manera está dedicado a una de las facetas más importantes de la vida, comer, y además sigo una de nuestras mayores tradiciones familiares, ya que está dedicado a la cocina. La verdad es que con este libro cumplo además con mi faceta de ama de casa y me ha gustado tanto la experiencia que estoy preparando una segunda parte:

“Cocina creativa con arroces y pastas”. El único inconveniente que le veo es que mi familia no me apoya todo lo que yo quisiera , especialmente cuando saco algunas de mis obras de la cocina.

ESOS LOCOS BAJITOS

No me refiero a los niños en esta ocasión, sino a las personas que llegamos de puntillas a la estatura media. He de decir que por mucho que se rían los otros más altos no es más que por pura envidia. Para los bajitos todo son ventajas. Somos más graciosos, parecemos más jóvenes, llegamos antes al suelo y no tenemos más que acercar una banqueta para alcanzar esas cosas que quedan fuera de nuestra altura.

La ropa nos suele quedar larga pero con remangarnos las mangas o volver los bajos de los pantalones, asunto arreglado. Las chicas además con una camiseta larga, de esas que están tan de moda, nos hacemos un vestido mini. Los bajitos podemos aprovechar la ropa que no le vale a los más altos pero al revés no puede ser. Andamos con más donaire y más estirados que los altos, que tienden a ir encorvados. Cabemos en cualquier hueco y nos adaptamos a cualquier sofá que se preste a invitarnos a dormir la siesta. En las sillas nos cuelgan los pies pero al menos no nos tropiezan las rodillas con el filo de la mesa. En las maletas podemos llevar más cosas y esto es más que importante ahora que en los aeropuertos cobran por la segunda maleta. Con nuestros zapatos es difícil tropezar, pero no puedo decir lo mismo de los zapatos de esos titanes que calzan un 45. Vamos que se quitan los zapatos y te quedas sin alfombrita de al lado de la cama.

El único inconveniente que le veo a esto de ser de pequeño tamaño es que, como con la edad el ser humano tiende a encogerse pues nosotros no deberíamos de encoger demasiado porque son capaces de perdernos y olvidarse de nosotros. En vez del asilo nos arreglan una casita de muñecas y nuestros descendientes se quedan tan anchos.

martes, 13 de abril de 2010

Semana Santa

Por fin acabamos de pasar la Semana Santa. Aunque siempre estoy a favor de conservar las tradiciones porque, queramos o no, forman parte de nuestra forma de entender la sociedad que nos rodea, he de decir que la Semana Santa me parece la más horrorosa de todas nuestras fiestas. Llevamos poco más de 2000 años recordando el sufrimiento más espantoso que pudo tener un hombre de aquella época, y digo yo: ¿no tuvo el pobre bastante con sufrir una vez que todos los años se lo tenemos que volver a recordar con tantos detalles?

La gente se manifiesta en contra de las corridas de toros porque los animales sufren y son sangrientas y en estas fiestas sacan a un pobre hombre maltratado, ensangrentado, con una cara de sufrimiento que te arranca el alma, y no contetos con eso aparecen detrás de cada paso los penitentes, esos hombres y mujeres que caminan descalzos, de rodillas, con los brazos en cruz y vete tú a saber cuantas formas inimaginables más de sufrimiento. Todos tan felices, tan orgullosos de demostrar su fe y lo mucho que quieren a su Dios. Pues si de verdad tanto lo quieren que lo recuerden en las fiestas, cuando multiplicaba los panes y los peces y convertía el vino en agua o cuando iba ayudando a los enfermos y que no lo recuerden sufriendo.

Bastantes sufrimientos vemos ya todos los días, si no hay más que poner los telediarios que no nos ponen más que desgracias. Más felices seríamos todos si imitáramos los buenos momentos de los que a lo largo de la historia nos dejaron sus ejemplos. Si embargo en un alarde de masoquismo generalizado nos dedicamos a conmemorar las grandes desgracias de la historia

El calorcito llega por fín.

Por fin llegó la primavera,…. Sí….ya se que ahí en las tierras peninsulares aún no lo notais tanto, y que no hace más que llover y llover……bueno…. Ya lo disfrutareis en los ríos y los embalses este veranito….. Como dice el refrán, marzo ventoso y abril lluvioso….. De siempre la primavera ha sido época de alergias, resfriados, setas y caracoles. Parece que estamos deseando que haya un rayito de sol para salir al campo, ver árboles, verde, caravanas de domingueros que aparecen por doquier, pajarillos cantando, a la familia del pueblo que nos esperan con sus morcillas y chorizos ya listos.
Los más atrevidos hasta dejamos las mangas largas y liberamos los brazos paliduchos para que vayan tomando un poco de color. Es así como nos llegan los resfriados.

Digo yo que cuando los pueblos del norte de Europa nos invaden más o menos civilizadamente, por algo será, sin duda debe ser por el sol que después del frío invierno, nos caliente cuerpo y alma. Verás tú como al final van a tener razón los driudas con aquello de los ritos de homenaje al sol y la madre naturaleza. En nuestras tradiciones mantenemos las procesiones de semana, que personalmente me parecen más crueles y sobre todo más tristes, menos mal que por otra parte disfrutamos del vinito, las torrijas y otros tantos manjares
La gente parece estar de mejor humor, con ánimo renovado hasta tiene más ganas de conversación, parece que el estrés desaparece y todo es felicidad y armonía sideral, por instantes todos nos contagiamos del espíritu hippy y empezamos a creer en lo bonito que es el amor. Así pasa que, aprovechando estos días libres que nos brinda la Semana Santa, ponemos todas nuestras esperanzas en renovar fuerzas fisicas y mentales para llegar a las vacaciones de verano con muchas más ganas de disfrutar de la vida. O por lo menos hasta el próximo puente.

jueves, 18 de marzo de 2010

SAN VALENTIN

Hoy en primer lugar quiero disculparme ante todos los radioyentes por pedir la voz prestada para hacerles llegar mis Crónicas, ya que medios técnicos me impiden enviar archivos sonoros y además quiero agradecer a las señoritas González y Rueda que me presten su voz por unos minutos para comunicarme con ustedes.
Como cada mes, Febrero también tiene una fiesta popularizada que festejar. Esta vez le toca turno a una que a mí, personalmente, cada vez me gusta menos. Hablo de San Valentín. ¡qué bonito es el amor! Y Qué triste tener que recurrir a un día señalado para celebrarlo ¿y que pasa si descubres que justo en enero el amor abandona tu vida? ¿te quedas sin manifestar tus sentimientos?
Estoy a favor de celebrar el No San Valentín porque el amor y el cariño no tienen límites y, por tanto, tampoco tienen fechas ni maneras de medirlo, así que no se porqué se empeñan en proclamar un día en el que todo queda invadido de corazones rojos, ositos y flores. O para los más ”innovadores” lencería y joyas. Soy más partidaria de vivir más intensamente este noble sentimiento, a fin de cuentas los grandes amores se alimentan de pequeños detalles. Vivamos el amor cada día y demostrémonoslo día a día .



Propongo además que se celebre el Día del Desamor, que es un sentimiento tan importante como el amor. Nadie podrá negarme que si un nuevo amor nos altera un desamor tampoco nos deja indiferentes, aunque a veces este último más que una pequeña desgracia puede ser una gran bendición.

A LOS QUE LIMPIAN


Otra semana más me encuentro con vuestra compañía y una vez más me aprovecharé de este momentito de atención que me prestáis a través de las ondas. Esta vez quisiera dedicar mi momento a toda esa gente que pertenece a un gremio al que valoramos bien poco, a todo un ejército de ciudadanos que velan por nuestra salud y seguridad. Queridos radioyentes, me refiero a los que limpian. A todos eso hombres y mujeres que nos liberan día a día de la mugre y demás virus.

Que sería de nuestras calles y plazas invadidas por cientos de papeles, colillas y otras tantas porquerías si los barrenderos no nos libraran de ellas. Y no me podrán negar la tranquilidad que nos da, en mitad de la noche, el sonido inconfundible del camión de la basura. En las zonas interiores nos encontramos con otro gran equipo de trabajo, las quelis. Todas esas mujeres que limpian las oficinas, los ambulatorios, las comunidades de vecinos y que son un servicio de información impresionante. Sólo ellas, y también cada vez más ellos, saben dónde se encuentra exactamente esa consulta u oficina a la que nos tenemos que dirigir. Todo el mundo está dispuesto a aplaudir al gran cirujano que efectúa una operación exitosa, pero todos olvidamos felicitar a la persona que limpió el quirófano a fondo evitando cualquier riesgo de infección.

Por último no puedo dejar de hacer referencia a todas aquellas personas que cuidan de nuestro entorno más cercano. Normalmente suelen nuestras madres las que se ocupan del aseo de nuestras casas, y que poco reconocido le tenemos su esfuerzo y dedicación, por eso os llamo a todos para que proclamemos un día internacional del personal de limpieza, agradeciendo así un servicio tan poco valorado pero tan importante como es éste.

miércoles, 10 de febrero de 2010

EL PAPEL DEL CARAMELO O LOS DAÑOS COLATERALES DE LA CONCIENCIA CIUDADANA

Es curioso como de un tiempo a esta parte ya no oímos a nadie decir que quiere ser ciudadano del mundo. Quizás porque en estos tiempos ya vivimos todos revueltos y no sabemos si vamos o venimos o nos quedamos en la misma ciudad. Que conste que no tengo nada en contra de que personas de distintas culturas vivamos todos juntos, más bien al contrario, gracias ya las mezclas y el intercambio de ideas y fluidos la humanidad avanza. Sin embargo, y aunque a veces nos cuesta asumirlo, todos tenemos que seguir unas normas básicas de convivencia, más que nada por mantener la paz .

Todo esto nos lleva a que por no tirar al suelo los papelillos los vamos guardando en los bolsillos hasta que encontramos en nuestro camino una papelera. Un respiro en el dilema del reciclaje, en la papelera va todo: porque el pañuelo de papel con mocos ¿Dónde se recicla? ¿y el chicle mascado liado en su envoltorio para no manchar? Pues en la papelera del paseo y todo resuelto.

Ahora bien, antes de terminar en la papelera estos residuos hacen un descanso en nuestros bolsillos junto con otras muchas cosas que nos son de relativa utilidad y cuando tienes que recurrir a encontrar esa moneda o ese clip guardado para un momento especial. Los mejores momentos nos lo proporcionan nuestros bolsillos en los aeropuertos. Te pones en la fila para facturar y para calmar los nervios y pasar el tiempo te comes un jugoso caramelo u una chocolatina y para no perder ni la costumbre ni el puesto en la fila te guardas la envoltura en el bolsillo. Llegas al control de seguridad y de repente te ves sin zapatos sujetándote el pantalón porque ya no llevas el cinto y aquello que pita y pita cada vez que pasas. Todo porque lo único que te quedó en los bolsillos fue una bolita de papel de plata donde iba aquel buenísimo caramelo.

EL TIEMPO METEORO¿LÓGICO?

Me gustaría saber quién fue esa sabia persona que dijo que, en estas mis islas afortunadas, la temperatura es constante todo el año y el sol radiante. Ahí, en la España peninsular este año estáis viviendo un año de nieves, pero aquí, en la cumbre gran canaria el termómetro ronda el grado. Mi isla, la más africana de todas, por aquello de su proximidad con el continente, no llega a ver bajar tanto el termómetro, pero en cambio nos vemos sumergidos de vez en cuando en una neblina un poco diferente., una neblina que no moja, más bien rasca, ya que la calima nos sumerge en un ambiente de polvo en suspensión.


Normalmente no nos podemos quejar de que haga frío, cierto es que los termómetros pocas veces alcanzan los 10 grados. Sin embargo los constipados los cogemos gracias a las diferencias térmicas entre la noche y el día. Por la mañana sales de casa con chaqueta pero a eso del mediodía lo que estás necesitando es una rafaguita de aire que se lleve la calufa. Por la tarde en cuanto el astro rey se marcha vuelves a necesitar la “R-E-B-E-Q-U-I-T-A”,. Si eres de los que tiene que pasar el día fuera de casa de un lado para otro, no te queda más remedio que armarte de paciencia y cargar con una maleta o moverte con una caravana. No es que nos invadan los turistas es que vamos como los caracoles.

Personalmente me inclino más por la rulot, que en verano nos sirve para acampancar cerquita de la playa (siempre que la Beremétita y la ley de costas no nos lo impidan, claro)

AÑO NUEVO,¿VIDA NUEVA?

Una de las cosas más curiosas que tiene esta humanidad a la que pertenecemos es, en mi opinión, esa extraña costumbre que se resume en: Año nuevo, vida nueva. Como si de un segundo para otro las cosas se pudieran cambiar. Todos, o casi todos, aprovechamos este momento tan señalado del año para intentar dejar atrás esos malos hábitos que nos molestan de nosotros mismos e iniciar, con toda la voluntad del mundo, otras cosas más saludables o al menos que nos acerquen más a la felicidad.

Hay que ver qué pena me da cuando oigo: Este año dejaré de fumar….o…..iré más al gimnasio….o….aprenderé inglés. Pero si estas cosas nunca se cumplen. Empezamos con toda ilusión como si de verdad lo fuéramos a cumplir. En la mayoría de los casos no llegamos a cumplir lo que nos proponemos ni medio año. Y les pregunto yo: Si nos hemos pasado media vida sin ir al gimnasio, o bebiendo cervecita tras cervecita ¿qué prisas nos entran ahora por cambiar de hábitos?.

Propongo que en vez de cambiar de hábitos, que ya no los llevan ni en los conventos, reflexionemos, mantengamos y fomentémonos todas aquellas cosas que hacemos y que de verdad nos hacen sentir bien.
A los que se proponen peder montones de kilos, que disfruten un día a la semana al menos comiendo felizmente. ¡Viva el huevo frito y el colesterol!
A los que quieren proponerse en el gimnasio, ¿no tienen ya bastante con las prisas del ritmo diario? ¡Viva el sofing y la siesta.!
Dejen el rendimiento al máximo y pierdan un poquito de tiempo dedicándoselo a sí mismos, aunque sea a la vida contemplativa o a mirarse el ombligo.