lunes, 28 de septiembre de 2009

LLUVIA OTOÑAL

Sinceramente no se por qué relacionan el otoño con el final de la vida. Debería de ser el principio, porque con cada otoño comienza un nuevo ciclo, comienza el curso escolar, es la vuelta al trabajo con las pilas cargadas, comienzan otra vez el frío y el mal tiempo.

Llegan las primeras lluvias. ¡Qué gustito nos da ese frescor de las primeras bajadas de temperatura! (Aunque luego nos cueste un catarro) ¡Y qué bonito es ver llover detrás de la ventana con una taza de café en la mano! Ja ja ja, ahí va corriendo la vecina del quinto a la que se le ha volado el paraguas. Los paraguas, más que nuestros aliados, son nuestros enemigos. Cuando más los necesitas van y se descoyuntan con el primer golpe de aire que se les pone por delante… eso sí, son modernísimos, de los que se pliegan y caben en cualquier sitio. Menos mal que en cuanto llueve, surgen chinos con bolsas en la cabeza vendiendo paraguas de lo más variado. Si los paraguas son de los buenos, de esos que parecen bastones, se encaran con el viento y tú detrás de ellos intentando separarlos, pero nada que te arrastra y te arrastra.

Con mi taza de café junto a la ventana veo como contrastando con el gris del cielo las calles se tiñen de pintitas de colores en movimiento. Otro inconveniente, porque no hay manera de circular por las aceras, todo son tropezones que sacan a la luz nuestra parte más torpe. Siempre existe el típico listillo o listilla que se va escondiendo de paraguas en paraguas y se evita de tener que llevar el suyo.
Pero lo mejor de esta lluvia otoñal, es el lado romántico. Los amores de verano que aún perduran viven una segunda etapa. La lluvia nos facilita el acercamiento a nuestro congénere con la excusa de no mojarnos y compartir paraguas o el declarar nuestros sentimientos debajo de un balcón o soportal aguardando a que la lluvia nos de una tregua y continuar el camino.

martes, 22 de septiembre de 2009

LA PUBLICIDAD

Creo que todos estamos de acuerdo en que la publicidad tiene el cometido de llamar nuestra atención, y para ello no duda en emplear métodos de lo más ingenioso. Los publicistas son verdaderos genios manejando espacios cortos, ya sean de tiempo o de espacio. Nos saben atrapar con una imagen, una frase o una musiquilla pegajosa. Y muchos de ellos van marcando épocas.

A veces veo las películas en esas cadenas nacionales de grandes intermedios por disfrutar de los anuncios. Las películas son la excusa perfecta para ver los anuncios a gusto, sin cortes. Además, son milagrosos porque para que no te duermas en cuanto empiezan, sube el volumen de la televisión de forma desorbitada ,…. y sin tocar el mando…. Pienso yo que estos publicistas son tan cucos que se han puesto de acuerdo con las empresas de audífonos para seguir aumentando el negocio. Se quejan de lo que ensucian los catálogos y la publicidad impresa, y reconoceremos que se cortan árboles para rellenar los buzones hasta reventar. Las vallas publicitarias nos interrumpen los pocos paisajes rurales y agrestes que nos quedan.
Pero de la contaminación acústica y de lo miman nuestra salud los sobresaltos del volumen de los anuncios nadie dice nada. El abuelo se despierta de la siesta y claro como en su tiempo no pasaban esas cosas , no nos deja apreciar como se merece la publicidad y mi Pepe, a mi Pepe cualquier día le va a dar un infarto y a ver con quien discuto por el mando. Propongo que se cree una plataforma en contra de los subidones del volumen y espero que no se lo tomen a mal ni los vendedores de audífonos ni los señores que hacen los anuncios y que tantos momentos inolvidables nos van dando. Todo sea por nuestra salud auditiva y por mi Pepe. Un beso

jueves, 17 de septiembre de 2009

¿VACACIONES? SÍ, GRACIAS

Terminó Agosto, y después de la operación retorno de la D.T.G nos llega la operación retorno al trabajo. Te vuelves a levantar como cada mañana y no sabes si es un retorno al pasado o a una cruda realidad. Te tomas el café deprisa y cuando llegas al trabajo lo único que te consuela es que todos tienen la misma cara de cabra despistada que tú. ¿Todos? No amigos, todos no. Ahí está el listillo de turno que dejó sus vacaciones para el final y ahora se marcha con su sonrisa de oreja a oreja. Todos nos preguntamos a dónde van. Es evidente, muchos emigran temporalmente buscando su rayito de sol y se vienen a estas nuestras islas.

Nosotros, los residentes canarios, buscamos nuestras aventuras en las lejanas tierras peninsulares. Normalmente, los que lo hacemos fuera de temporada turística, nos encontramos a nuestros seres queridos inmersos en un bulle bulle de horarios que cumplir y hasta nos hace ilusión ir a buscarlos a la salida del trabajo como si fueran nuestros novios colegiales de hace ya muchos años…… (bueno no tantos).

Me incluyo en los que cogen las vacaciones en temporadas no tradicionales. Y he de reconocer que tienen su encanto. Te sientes como el turista accidental, casi nadie te hace caso y vas más a tu aire, puedes permitirte el lujo de marcar los horarios más a tu gusto y así saborear más los momentos y paisajes que te salen al camino o dejar pasar los que no te llaman la atención.
Si vacaciones es sinónimo de disfrutar al máximo del tiempo libre, entonces, cuando todo el mundo está de vuelta es el mejor momento de coger vacaciones.

Por cierto no se lo he mencionado, pero yo las cojo la última semana de septiembre, ya iré a llevaros los churritos en el descanso de media mañana, y después me buscaré una mesita en una terraza frente al mar para leer tranquilamente con mi cañita o ver las olas pasar. Venga, venga no sean quejicas……. A trabajar……